jueves, 25 de febrero de 2010

Pesadillas entre cacerolas

Un sueño recurrente que tenía mientras trabajaba era el de que estaban todos sentados en la mesa esperando para comer y yo todavía estaba durmiendo.
Ahora cada vez que me preguntan qué hay para comer en mi casa me sonrío con la tranquilidad que da la confianza hogareña y digo: no sé, ahora veo.
Y me voy tranquilamente caminando hacia la cocina.

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